Después de 20 días en la
fundación decidimos salir a hacer un poco de turismo, el plan es … “Lago
Atitlan”. Conocimos un gran grupo de chapines de Huehue, que iban a celebrar el
cumpleaños de uno de ellos/as allí, y no sabemos si nos invitaron o nos acoplamos
al grup. jejeje.
El fin de semana fue genial, el
lago increíble, las vistas increíbles, y la compañía excelente. Nos ha servido
para desconectar, disfrutar y turistear un poco.
El Sábado y el Domingo nos
quedamos en Panajachel, nos gustó mucho pero quizás demasiado “gringolandia”.
También nos gustó la seguridad comparada con las otras zonas de Huehuetenango, disfrutamos
bastante. El sábado por la tarde dimos una vuelta en lancha por el lago y
paseamos por sus calles, la principal la C/Santander llena de puestos de
artesanía, textiles entre otras muchas cosas típicas de la zona.
Y el Domingo, cómo no, después del clásico Madrid/Barça y también de despedirnos de nuestros compis los chapines, tomamos rumbo a San Pedro de la Laguna en lancha, pasando por varios pueblos del lago.
El hotel súper barato, eso sí después de regatear un poco con el hombre y decirle que nos íbamos, nos lo dejó al precio que le habíamos pedido. Por 25Q (menos de 3€ la noche).
Y el Domingo, cómo no, después del clásico Madrid/Barça y también de despedirnos de nuestros compis los chapines, tomamos rumbo a San Pedro de la Laguna en lancha, pasando por varios pueblos del lago.
El hotel súper barato, eso sí después de regatear un poco con el hombre y decirle que nos íbamos, nos lo dejó al precio que le habíamos pedido. Por 25Q (menos de 3€ la noche).
Nos fuimos a cenar, (súper rico
por cierto!!!) y más tarde para bajar la cena a pasear por las calles del
pueblo, eso sí terminándonos de relajar en un bar de encanto a la orilla del
lago.
Ahí vino lo mejor de la noche,
grabamos un “videoclip” si lo que oís, hemos grabado nuestro primer videoclip,
de aquí ya a la fama, jajajaja. Es una historia muy larga, la dejaremos para
más adelante. Lo importante es que nos reímos mucho.
A la mañana siguiente después de un rico y tranquilo desayuno (más de 2 horas), fuimos rumbo a la búsqueda de los buses o busitos que nos llevarían de nuevo a la fundación. El camino era muy empinado y los paisajes increíbles, eso sí temimos por nuestras vidas cada vez que en el camino nos encontrábamos de frente con otro bus o camión.
Después de algunas incidencias
como dejarnos tiradas el bus en medio del camino, no tener comida, tardar más
tiempo de lo que nos dicen… Por fin llegamos a la terminal, donde nos alegramos
de ver la cara de Danilo que venía a recogernos!!!


Que pasada de fotos, da gusto verlas y ver esas sonrisas. En breve os veo por alli :)
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